Gracias y perdón por el bombardeo de notificaciones a quienes estáis suscritos: he encontrado un huequito hoy y me he puesto a actualizar todo de golpe. Sé que muchos de los que me leéis por aquí no usáis redes sociales y también me hace ilusión compartir con vosotros mis novedades… y últimamente se me han amontonao, ¡qué le vamos a hacer!
La verdad es que estos últimos días han sido una verdadera locura. Como sabéis, el jueves 27 por fin salía el libro. Me gusta usar «salir» en lugar de otras fórmulas como «publicación» o «lanzamiento» porque me lo imagino encerradico, con unas ganas locas de darse por fin un garbeo.
Pues ese mismo jueves, el día que ¡Ay, campaneras! llegó a las librerías, me anunciaron que se marchaba a imprenta una segunda edición. ¡Una segunda edición el mismo día que salía! Podéis imaginar mi sorpresa ante semejante acogida: nunca dejáis de sorprenderme.
Si al pasodoble no le bastaba con un «guapa», tampoco me contento yo con deciros solamente un gracias: ¡gracias, gracias y gracias, campaneras!

